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CEMENTERIOS Y PANTEONES DE NEXTLALPAN DE FELIPE SÀNCHEZ SOLIS

  • cihumanisticoysoci
  • 1 nov 2020
  • 4 Min. de lectura

JUAN MANUEL BEGINES JUÀREZ

MARIO ALBERTO ARENAS SÀNCHEZ


Cuando abordamos el tema; o bien escuchamos comentarios, sobre los cementerios y panteones; de inmediato, a nuestro pensamiento acude la idea de que las personas que mueren son llevadas a esos lugares para depositarlos en una fosa o sepulcro.



Panteón Municipal del Barrio de San Mateo Acuitlapilco

Panteón Municipal de San Francisco Molonco y San Esteban Ecatitlan "Victoria"


Desde muy lejanos tiempos, la gente venera a sus difuntos y a ellos los preservan en lugares muy especiales; es el caso aquí en México, que los habitantes antiguos -nuestros ancestros quienes nos dieron origen- cuando algún pequeño niño moría, lo depositaban en una olla especial de barro para ello; y lo enterraban bajo el tlecuilli (lugar de la cocina donde se pone el fuego), con la creencia de que el difuntito, se mantendría en condiciones seguras de protección y abrigo.

Panteón Municipal del Pueblo Indígena de San Miguel Xaltocan


Respecto a los difuntos adultos los acomodaban en posición sentados, o mejor dicho en forma de feto, envueltos en mantas; para después de realizar la ceremonia luctuosa correspondiente, lo llevaban a un lugar preferente, en donde habiendo cavado una fosa, depositaban el cadáver y procedían a semi incinerarlo, para después cubrir los restos con tierra; no, sin antes haberle colocando vasijas con alimentos que llevarían en su camino hacia las entrañas de la tierra o Míctlan.

Panteón Municipal de la Colonia Prados de San Francisco


Pasando el tiempo y siendo la época en que los españoles llegaron a establecerse en territorio de Anáhuac (cerca del agua del mar, o rodeado por el mar); y que, entre otras cosas, les inculcaron a los naturales la fe cristiana, construyendo los templos a la usanza arquitectónica europea, con grandes patios llamados atrios, frente a las iglesias y capillas.


Ya en la divulgación de la religión católica los sacerdotes fueron los encargados de predicar y aplicar los sacramentos del bautismo y confirmación; y para los moribundos la aplicación de los santo óleos. Entonces los atrios fueron utilizados para dar sepultura a los que morían; recibiendo la denominación de cementerios y por ser parte de la construcción del templo se les conoció también con el nombre de camposanto.


Panteón Municipal del Barrio de Santiago Atocan


Esta forma y costumbre de sepultar a los muertos en el atrio de la iglesia, duro más de tres siglos; siendo toda la época colonial y parte de la independiente. Aquí en Nextlalpan se dejó esa práctica hasta que surgieron los panteones municipales en los primeros años del siglo XX.


En 1827, siendo Presidente Municipal Don Vicente Aguilar, recibía la correspondencia del Subprefecto de Zumpango, el que a la vez recibía instrucciones de la Prefectura, recomendando que los Ayuntamientos nombraran comisionados que de acuerdo con los curas párrocos de cada lugar buscaran fuera de los pueblos un predio en donde construir el cementerio, aplicando ciertas reglas como la ubicación en que debía estar situado el terreno donde el viento dominante fuera opuesto al poblado; y para sanear el espacio deberían plantar muchos árboles alrededor. Antes de hacer uso del panteón el sacerdote, en el caso de Nextlalpan, el párroco era el padre Don Juan Antonio Delgado encargado de la Parroquia de Xaltocan, debía ir a bendecir ese lugar, quedando estrictamente prohibido sepultar difuntos en los atrios de las iglesias, porque tendrían que ser clausurados esos cementerios. Se dio el caso de que el Gobierno Municipal no tenía fondos suficientes y la gente del pueblo no pudo cooperar por ser muy pobres, se les autorizó que por lo mientras siguieran disponiendo de los antiguos cementerios.


Panteón Municipal del Barrio de Santa Ana Nextlalpan


Y así se pasaron los años; tantos que se llegó el fin del siglo XIX; ya las leyes de Don Benito Juárez se estaban aplicando desde la mitad de ese siglo; y como consecuencia la separación de la Iglesia y el Estado; pero la gente por tener arraigada la fe religiosa no aceptaba sepultar a sus difuntos fuera de los cementerios, prefiriendo seguir haciéndolo en ese lugar correspondiente a la iglesia.


Las autoridades municipales, también compartían ese sentir y decían no tener dinero para la construcción de los mencionados panteones.


Pero la autoridad superior, por medio del Jefe Político del Distrito amenazó con clausurar definitivamente los cementerios y sancionar a el Ayuntamiento. Todo este proceso de exigir la construcción de los panteones se incrementó con mucha fuerza en los años de 1897 en adelante; tanto que ya para el año de 1903 se localizó un paraje en el rumbo norte del Barrio Central y fuera de el para que se usara como panteón. Su formación física, así como los conocidos de Atocan, Molonco y Ecatitlan, Acuitlapilco y Xaltocan fue paulatina; porque se comenzó a hacer uso de los predios y con el tiempo a mejorarlos, pues al principio solo estaban rodeados por zanjas, pero como el ganado entraba a pastar y dañaba las tumbas, hubo necesidad de construir barda de protección; más tarde procuraron los habitantes y autoridades municipales colocarles una puerta de fierro.


Así fue como desde 1903 a el año 1913 fueron construidos paulatinamente los panteones municipales de Nextlalpan. En la actualidad (2020) existen seis panteones municipales:

En el Barrio de Atocan el Panteón Municipal se ubica en la Calle Francisco Javier Mina.

El Panteón Municipal del Barrio de Acuitlapilco se ubica en Avenida Matamoros.

En el Barrio Central el Panteón Municipal se ubica en Calle Amargura y atiende a los Barrios de Miltenco y Atenanco.


El Panteón Municipal del Pueblo de San Miguel Xaltocan se ubica en Avenida Panteón.

El Panteón Municipal de la Colonia Prados de San Francisco está ubicado en Calle Crisantemos y atiende a la Colonia de los Aguiluchos y el Fraccionamiento de Ex Hacienda Santa Inés, es el de más reciente construcción, la cual fue aprobada en el año 2015; y el inicio de sus actividades fue el año 2016, cuando se construyó su barda perimetral y fue sepultada la primera persona una señora mayor, de 80 años aproximadamente. En la actualidad (año 2020) tiene una cantidad estimada de difuntos sepultados de 200 personas.

En relación al panteón de Molonco y Ecatitlan, conocido como Panteón “Victoria” se debe su nombre, a que tocó a una mujer llamada Victoria ser la primera en ser sepultada en el lugar; y con el paso del tiempo los vecinos dieron ese mismo nombre a la calle que va de poniente a oriente y que conduce hacia ese panteón.


Panteón Municipal de San Francisco Molonco y San Esteban Ecatitlan "Victoria"

FUENTES DE INFORMACIÒN


Entrevista con Don Juan Manuel Begines Juárez, vecino y cronicón del Barrio de Atocan con fecha del día 23 de octubre del 2020.

 
 
 

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